Marrameowww!!!
Hoy es el día más terrorífico del año. La bruja se ha ido
por ahí a hacer brujerías y a participar en la carrera anual de vuelo en escoba
que para ella ya es una tradición, aunque dice que para sus desplazamientos
diarios prefiere la aspiradora porque es más rápida. Que ella es una bruja
moderna y lo de la escoba está muy bien como elemento nostálgico pero para los
desplazamientos rápidos nada mejor que una aspiradora high-tech turbo power,
que vuela veloz como el viento.
Y yo, como buen gato negro que soy, se supone que debería
estar también de parabienes, dejándome seducir por el influjo de la luna. Pero
no, porque siempre he sido más de intelecto que de magia negra. Así que aquí
estoy, intentando dormitar en el sofá mientras el imberbe me maúlla en el oído,
alcanzando unos decibelios que harían palidecer de envidia a cualquier
after-hours que se precie, cosas como “¡Tengo hambreeeeeee!”, “¿Cuándo van a
venir estos irresponsables a darnos de comer?”, “¡Tengo muchísima
hambreeeeeee!”, “Voy a desfalleceeeeer”, “Moriré de inanicióooon” y vuelta a
empezar.
Y, claro está, así no hay quien duerma. Ni siquiera hay
quien se deje seducir por el influjo de la luna, si ese fuera mi deseo. A ver
si la bruja vuelve pronto y le da de comer a éste que, más que Munchkin,
debería llamarse Limeño, por aquello de que come más que una lima nueva (Sonido
de platillos: Tssssssss”).
Espero que vosotros estéis teniendo un Halloween más
apacible que el nuestro. O, al menos, más apacible que el mío. Allá Munchkin
con su hambre eterna; yo sólo quiero dormir. Y no sólo es el niñato el que me
lo impide, no. Al César lo que es del César. También hay niños humanos dando
por saco a cada rato tocando el timbre (con lo nervioso que me pone a mí el
timbre) y creo que andan pidiendo golosinas de puerta en puerta, cual comerciales
de compañía eléctrica. Estoy por mandar a Munchkin con ellos, a ver si pilla
algo comestible y se deja de fastidiar ya de una buena vez. Esta está siendo
una auténtica noche de terror, aunque cada uno tenga unos parámetros diferentes
para ponderarlo.
Al final vais a tener razón los que decíais que, de tanto
renegar de los humanos y meterme con ellos, el karma me terminaría castigando.
Negaré bajo juramento haber dicho esto alguna vez per o tengo que reconocer
que, en estos momentos, estoy echando mucho de menos a la bruja. Si estuviera
aquí, correría rauda a satisfacer el apetito voraz de esta fiera que, más que
estómago, tiene un agujero negro en la barriga y, por otro, echaría a escobazos
a los niños disfrazados para que no perturben mi descanso.
Porque ella es así. Será muy bruja pero respeta el sueño
ajeno, cosa que nosotros no hacemos porque está más que claro quién ostenta los
privilegios y quién manda en esta casa.
En fin, como dijo Scarlett, mañana será otro día.
Prrrrrr.